Teniendo en cuenta que en muchas ocasiones las personas suelen enfrentarse a problemas financieros y para poder solucionarlos necesitan contar con un préstamo, es preciso hacer frente a dicha situación con tanta tranquilidad como sea posible, a fin de poder encontrar alternativas efectivas que permitan solventar las deudas.
En este sentido, aunque lo común suele ser recurrir a alguna entidad bancaria tradicional para conseguir el préstamo, sin embargo, suele ser común que nos encontremos con bancos sumamente restrictivos al momento de otorgar préstamos y además, suele ser habitual que por algún motivo, no logremos cumplir con los requisitos establecidos.
Afortunadamente, hoy en día hay numerosas opciones financieras que incluso son más interesantes que la banca tradicional, como es el caso de los prestamistas particulares y los privados.
Aunque el método de los préstamos otorgados por particulares o prestamistas privados suele ser muy parecida a la de las entidades bancarias y/o créditos corrientes, dado que el prestamista ofrece una determinada cantidad de dinero a los prestatarios, quienes se comprometen a devolverla dentro de un periodo de tiempo señalado, junto a unos intereses previamente estipulados.
Pero, ¿en qué se diferencian estas dos alternativas? No muchos lo saben, y es precisamente por eso que en este artículo estaremos hablando sobre las diferencias entre prestamistas particulares y privados.
¿Qué diferencias existen entre un prestamista particular y uno privado?
La diferencia principal que existe entre un prestamista privado y uno particular consiste en la naturaleza legal que posee cada uno.
Así, mientras los prestamistas particulares se tratan de personas físicas, las cuales generalmente son profesionales de diversos sectores que otorgan préstamos a otras personas con el fin de percibir dinero extra; los prestamistas de capital privado se diferencian por ser empresas y/o entidades legalmente establecidas, con el fin de llevar a cabo esta labor.
Prestamistas particulares
En esencia, los prestamistas particulares se distinguen por ser justamente eso, un particular, y consiste en una persona o grupo de personas que tratan de utilizar su capital privado con el propósito de ayudar a quienes requieren dinero para saldar deudas y a la vez, consiguen aumentar su capital a través del cobro de intereses.
Por lo general, es posible negociar sus condiciones, debido a que consisten en particulares con los que los prestatarios pueden negociar.
No obstante, eso podría hacerlo igualmente algo más arriesgado, y en ocasiones podría generar desconfianza, y es que hoy en día no hay muchas personas que apuesten por prestar su dinero si no se presenta algún aval para garantizar que podrán recuperarlo.
De cualquier manera, al acudir a un prestamista particular, tanto el reintegro como los intereses son acordados por ambas partes, y la cantidad de dinero podría variar con cada prestamista.
Además, sus condiciones incluyen:
- Su capital destaca por ser totalmente propio, razón por la cual los créditos que ofrecen son denominados como préstamos de capital privado.
- La cantidad inicial a solicitar varía entre 15.000 y 150.000 euros.
- Los intereses suelen rondar entre el 9,25-11,95% del préstamo, de acuerdo no solo a la operación, el riesgo, sino también a los ingresos e incluso al aval.
- Con relación a los plazos de devolución, hay prestamistas particulares que podrían ofrecer plazos de hasta 20 años; pero todo depende de cada caso.
Prestamistas privados
Los prestamistas privados se caracterizan por ser empresarios cuya organización se enfoca exclusivamente en otorgar préstamos tanto de manera mercantil como profesional.
Por lo general, otorgan créditos más altos de los ofrecidos por los prestamistas particulares, motivo por el cual sus características financieras generalmente son distintas.
Este tipo de prestamistas ofrecen una asistencia rápida y segura, con condiciones que por lo general son considerablemente más accesibles, en comparación con las de la banca tradicional.
De igual manera, entre sus ventajas destaca el hecho de permitir solicitar créditos urgentes y recibirlos incluso al estar dentro de una lista de morosos.
Al acudir a prestamistas privados, los solicitantes tienen la oportunidad de conseguir la cantidad de dinero que necesitan en alrededor de 72 horas, sin tener que llevar a cabo demasiados trámites y/o presentar muchos documentos, dado que lo único que exigen estos prestamistas suele ser un documento de propiedad (inmuebles o vehículos, etc.) a manera de garantía.
Dentro de sus condiciones destacan:
- La cantidad mínima para el préstamo suele rondar los 150.000 euros, mientras que la mayor podría ser de algunos varios millones de euros.
- Los intereses normalmente son mayores, rondando entre un 11-15%, según el perfil económico-financiero de los prestatarios, si son empresas o particulares, e incluso de las características que tenga la propiedad presentada como garantía.
- Los plazos de devolución por lo general son menores.
¿Quiénes son los prestamistas?
Los prestamistas consisten en un grupo de personas y/o entidades las cuales se especializan en proporcionar determinadas cantidades de dinero no solo a personas autónomas, sino también a empresas, mediante préstamos.
Ante el alto riesgo que supone la posibilidad de que las personas no cumplan con el pago de la deuda, los bancos tradicionales comúnmente no otorgan préstamos de bajo importe, razón por la que en muchos casos resulta preciso acudir a un prestamista particular, o uno privado a fin de obtener un crédito urgente.
Estos prestamistas suelen utilizar su capital al momento de conceder créditos que ronden el 20-30% del valor total que tenga la tasación de la propiedad presentada como garantía por los solicitantes.
Ahora bien, según su estructura, es posible distinguir dos tipos de prestamistas, los prestamistas particulares y los prestamistas privados, de los cuales hablaremos a continuación.