Sector peluquerías post-covid

El negocio de las peluquerías tras la pandemia del covid-19

El negocio de las peluquerías en Barcelona y otras ciudades de España destaca por encontrarse entre los sectores que se vieron más afectados a causa de la pandemia por Covid-19, al no tener la posibilidad de abrir sus puertas para trabajar.

Las peluquerías en medio de la pandemia por coronavirus

Acudir a una peluquería durante esta nueva normalidad comprende nuevos pasos. En este sentido, al llegar a la puerta de ingreso, los clientes suelen ser recibidos por un proceso de desinfección de prendas, a través de agua oxigenada, la cual es esparcida mediante un disparador.

Ya después deben pasar por la desinfección tanto de calzado como de manos e incluso, en ciertas ocasiones, deben guardar sus pertenencias dentro de bolsas de protección para poder ingresar al establecimiento.

Después del confinamiento, ya no se permite esperar turno en el interior de las peluquerías para poder ser atendidos.

De modo que los profesionales de estos locales tienen que garantizar, a través del sistema de cita previa, que los clientes no tendrán contacto entre sí; y solo se puede recibir a un 50% de los clientes que acudían anteriormente.

Lo cual supone que de acuerdo tanto al tamaño de la peluquería como a sus características, tal vez en ciertos casos, los clientes deban esperar en la calle hasta que llegue su turno.

peluquero con mascarilla

Asimismo, los salones de belleza se ven obligados a reservar un horario de atención especial para clientes con más 65 años, dado que representan un grupo de riesgo.

Es recomendable que estos salones utilicen materiales desechables al atender a cada uno de los clientes, a fin de prevenir la contaminación, lo cual exige el acondicionamiento de un espacio nuevo dentro del salón destinado al almacenamiento de dichos materiales de un solo uso, el cual permita tenerlos al alcance de la mano siempre que sean necesarios durante cada servicio.

Estos materiales incluyen capas, toallas, protege-cuellos, mascarillas, batas, etc. Asimismo, aquellas superficies que tengan contacto directo con los clientes, por ejemplo, el área del cuello en los lavacabezas, podrían protegerse utilizando film transparente y sustituyéndolo después de casa uso.

Además, al momento de desechar estos materiales después de cada uso, el establecimiento tendrá que asegurarse de hacerlo dentro de contenedores que cuenten tanto con bolsa de plástico como con tapa.

Lo más habitual y aconsejado es que las peluquerías mantengan sus puertas abiertas en todo momento, de manera que los clientes no tengan que manipularlas para entrar/salir. De igual modo, estos locales tendrán que asegurarse de desinfectar los tiradores, pomos y barandillas después de recibir a cada nuevo cliente.

Asimismo, es aconsejable que los estilistas cubran aquellas prendas que se quiten colocándolas dentro de fundas de plástico desechables, parecidas a las usadas en las tintorerías.

También es necesario que en la entrada de las peluquerías se disponga de gel hidroalcohólico, con el propósito de que los clientes puedan higienizarse las manos tanto al entrar como al salir del local.

peluquerías en Barcelona medidas covid19

Al no poder mantener la distancia de seguridad mínima (2mt), como por ejemplo, en el momento en que los estilistas estén atendiendo a los clientes, resulta obligatorio que ambos utilicen mascarillas.

Asimismo, las peluquerías podrían proporcionar mascarillas faciales a sus clientes a fin de incrementar la protección a lo largo de cada sesión.

Con el propósito de maximizar y garantizar la higiene, es aconsejable retirar aquellos productos que generalmente se exponen en mostradores, estanterías y tocadores para su venta, y que únicamente los estilistas sean quienes puedan manipularlos, de esta manera se agilizará y simplificará la desinfección tanto de herramientas como de superficies después de atender a cada cliente.

Las revistas suelen ser una parte común en cualquier peluquería; sin embargo, tras la pandemia del Covid-19, deben ser dejadas a un lado a fin de asegurar una mayor higiene y protección.

Pese a las herramientas y materiales desechables, garantizar la higiene de aquellos que no lo sean es fundamental luego de cada uso.

Asimismo, es necesario que cada estilista disponga de su propio kit de herramientas limpias para usar en cada servicio, de manera que no precise compartirlos; y después de cada uso habrá que desinfectarlos.

El pago debe llevarse a cabo, de preferencia, a través de tarjetas y/o usando sistemas de pago (por ejemplo Bizum) a fin de prevenir la manipulación del dinero en efectivo.

No obstante, en aquellas ocasiones donde no exista otra solución, las peluquerías tendrán que evitar el contacto directo con el dinero y disponer de un recipiente en cuyo interior los clientes puedan colocarlo.

Tras despedir a los clientes, resulta esencial desinfectar tanto los materiales como las superficies usadas al momento de realizar el cobro/pago del servicio.

Los estilistas y colaboradores deberán lavar sus manos constantemente, antes y después de atender a cada cliente, al tocar tarjetas de crédito o dinero, pomos, barandillas, etc., al igual que al cambiar de guantes y mascarillas.

Todos los desechos deben ser depositados dentro de recipientes de basura que tengan tapa y bolsa, de preferencia que se abran con pedal; la bolsa tendrá que sustituirse diariamente, además de limpiar los contenedores en cada cambio.

Asimismo, en lugar de usar la tradicional escoba, será necesario utilizar mopas o aspiradoras para evitar levantar partículas.

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