La idea del fin de nuestro planeta Tierra a corto o largo plazo, suele ser un interrogante que se plantea la comunidad científica mundial en diferentes foros.
¿Existe algún otro planeta habitable? las condiciones que debe tener otro planeta para vivir allí
Es por eso que siempre se suele estar en la búsqueda de otro planeta que reúna un sinfín de criterios necesarios para la habitabilidad del ser humano.
Y es que para que uno de nosotros pueda vivir en otro planeta, este debería ser lo suficientemente similar a la Tierra y el empeño en la búsqueda de otro sitio en la galaxia que se le asemeje a nuestra casa actual suele ser cada vez mayor.
Pero no solamente en otro planeta se puede conseguir la habitabilidad. Esto también podría suceder en algún satélite natural de alguno de estos planetas.
La energía sumada a diversos criterios físicos, químicos y astrofísicos y la existencia de una atmósfera son las fuentes fundamentales para nuestra habitabilidad.
Es por eso que la manera más fácil de llegar al conocimiento de un lugar en el que podamos vivir es cotejar cualquier otro cuerpo con las características perfectas que tiene el planeta Tierra para nuestro desarrollo.
El que más se acerque a estas condiciones será seguro el lugar al que eventualmente podamos emigrar.
El agua en estado líquido es una fuente fundamental de vida y esta se encuentra ligada a la distancia que el planeta tenga con respecto de su estrella. La posición correcta de la Tierra con respecto al Sol hace que las temperaturas sean las propicias para contar en gran parte del planeta con agua líquida, si bien en otras partes nos encontramos con agua en estado sólido o gaseoso, dependiendo de las condiciones climáticas.
Hasta las bacterias conocidas que residen en las aguas más profundas, allí donde no llega la luz del sol, requieren de esa agua para solventarse y sobrevivir.
La búsqueda de agua en estado líquido es uno de los primeros factores que los astrónomos buscan en las imágenes captadas por los satélites enviados, aunque no es tan fácil.
Esto se debe a que estos satélites artificiales nos dan una vista externa de los cuerpos celestes es que se puede llegar a descartar erróneamente un planeta, cuando en realidad es su interior este tiene el líquido fundamental para la vida.
Tal es el caso de una de las lunas de Saturno llamada Encelado. Por fuera, la luna Encelado parece un cuerpo congelado inerte, pero estudios más recientes proporcionados por el satélite Cassini – Huygens llegaron a la conclusión que de sus polos salía vapor.
Esto deja en claro que por debajo de esa capa exterior en estado sólido existe un océano que contaría con todos los elementos necesarios para la vida.
Por todo esto el agua es un elemento único para la proliferación de la vida ya que permite que los compuestos orgánicos reaccionen, para en último término, fomentar que se replique el ADN.
El campo magnético de la tierra es generado por el movimiento del núcleo metálico fundido que cumple la función de protegernos de diferentes tipos de radiaciones. Es por eso que la existencia de dicho núcleo es uno de los factores indispensables que deberíamos encontrar en otro planeta.
Que cuente con un satélite grande es otra de las necesidades para lograr habitar otro cuerpo celeste.
La tierra goza del efecto gravitatorio de la luna y de no poseer a este satélite natural se habría visto afectada por el cambio de inclinación en el eje de rotación. Algo que sin duda hubiese llevado a fuertes tragedias climáticas, peores aún que las que hoy nos azotan a causa del descuido constante que el ser humano infringe sobre la Tierra.
Otros aspectos imprescindibles para la vida en otro planeta tienen que ver con la gravedad propicia para retener la atmósfera.
Esta no cuenta con límites definidos y tiende a desvanecerse, si bien aún no es factor de preocupación máxima para la humanidad, ya que las tres cuartas partes de esta masa gaseosa se encuentra aún dentro de los primeros once kilómetros de la superficie del planeta.
La energía del sol calienta esta capa llamada Troposfera y a través del aire genera la condición climática propicia para nuestra supervivencia.
Planetas descubiertos en los que existe posibilidad de vida
Kepler 438b A aproximadamente 473 años luz de la tierra se encuentra la estrella Kepler 438b, orbitada por un solo planeta llamado Kepler 438b con un coeficiente de similitud del 88 por ciento a la Tierra.
Por su parecido en tamaño, apenas un 12 por ciento más grande y en gravedad, los astrónomos lo llaman “La segunda Tierra” El único factor en contra es el hallazgo de que su temperatura media rondaría en los 37 grados centígrados.
Kepler 62E es un planeta de un sistema que gira en torno a la estrella Kepler 62, situada a 1200 años luz del planeta tierra.
Esta estrella irradia cinco planetas aparentemente rocosos y dos de ellos se encontrarían en una zona que podría ser habitable para el ser humano. Pero uno de ellos se asemeja en un 83 por ciento a nuestro planeta y ese es Kepler 62 E. Es un 62 por ciento más grande que el planeta que habitamos actualmente y su contra es un gran nivel de gravedad, que llevaría a una readaptación de los organismos.
Gliese 667Cc Se encuentra en la constelación de Escorpión y orbita la estrella Gliese 667. Está ubicada a unos 27 años luz de la tierra y tiene una similitud con respecto a ella del 84 por ciento.
Está muy cerca de su estrella por lo que estaría sometido al anclaje de marea, que genera grandes cambios de temperatura, si bien la media podría ser bastante similar a la de nuestro planeta.
Kepler 296e A 669 años luz de la tierra se encontró otro sistema de planetas. Kepler 296e sería el más habitable por la cercanía con su estrella enana. En sólo 34 días, este planeta completa una vuelta entera alrededor de su estrella.